lunes, 27 de mayo de 2013

Poder divino.

«[...] Es curioso como puede cambiar la gente, ¿no crees? De pequeños somos realmente inocentes en ingenuos, no nos preocupamos por nada en la vida; pensamos que podemos comernos el mundo, y, al final, es el mundo quien nos come a nosotros. Y así es como excusamos las putadas de la vida, ¿no? "Es un mal día" y te ríes mientras fumas otra calada del cigarrillo. Pero en el fondo te duele, te rompe por dentro, te hace plantearte tu existencia. Todos nos hemos parado a pensar los pros y los contras de morir. Es curioso, pero suelen abundar los pros; claro que la gente le teme a la muerte, por eso siempre se fijan únicamente en los contras. Y no sé, creo que eso es lo correcto, ¿no? Somos humanos, y estamos condenados a temer. 
No entiendo como he llegado a este punto, pero tengo claro que no hay vuelta atrás. Cargo demasiados pecados en mi interior, así que debo morir para obtener el pecado divino. No sé quien leerá esto, pero no pienses que estoy loco. He visto a Dios, he hablado con él y me obligó a hacer cosas malas. Me hizo pecar. Pero ahora quiere perdonarme, sí, porque cumplí su voluntad, porque soy su hijo pródigo. Me espera con los brazos abiertos. 
Estúpidos mortales, Dios está enfadado, y descargará su furia sobre vosotros. Corrompidos por la lujuria, el poder y el miedo. Sois tan patéticos a sus ojos... Tan solo esperad al Juicio Final, oh hermanos míos, y veréis cuan insignificantes sois para Dios. [...]»

Fragmento de nota de suicidio hallado 
junto al cadáver de Christian Foster. 

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