jueves, 1 de marzo de 2012

Forever.

Corrió. No tenía ninguna dirección fija, pero no era algo que la importase demasiado. Quería huir de allí, de todo, y no volver jamás. No paró, pese a que llegó a tropezar varias veces, lastimándose las rodillas. En una caída rompió a llorar, pero rápidamente se secó las lágrimas toscamente con la manga del abrigo; tenía conciencia de por qué lloraba, pero no se lo confesaba ni a ella misma. Quería fundirse con la gente y, quién sabe, desaparecer.
Sin embargo, cuando le oyó gritar su nombre a sus espaldas, paró bruscamente, aún notando el sabor salado de sus lágrimas en los labios. No fue capaz de moverse hasta que llegó. Le observó a través del velo de lágrimas que cubría sus ojos. Lucas también estaba llorando; sus ojos grises estaban anegados de lágrimas y por sus delicadas mejillas descendían enormes lagrimones, sin control alguno; y su pelo, castaño y largo, que tantas veces había acariciado, estaba revuelto; su cuerpo estaba temblando levemente, y no supo identificar si por miedo o por frío. Esa imagen la dolía. Era todo por culpa suya. Abrió los ojos de par en par al notar como la abrazaba con fuerza. Correspondió, y enterró la cara en su hombro, llenando su sudadera de lágrimas. Lucas, sin embargo, la acarició el pelo con ternura, en un triste intento de hacerla sentir mejor. Sin embargo, funcionó. Cuando Lucas la miró a los ojos, vio tanto miedo y ternura juntos, que no se resistió al hecho de besarla. Ella correspondió a su vez, y le echó los brazos al cuello, pegándole más a ella. Estuvieron así largo rato, hasta que la lluvia les amenazó con empaparles. Evelyn se rió, y Lucas la secundó. Podrían gritarle al mundo que se querían, pero no sería suficiente. Desde luego que no.
La cogió suavemente de la mano, y ella le dirigió una sonrisa tímida. Por suerte para los dos, Lucas llevaba la cartera encima, y entraron a la primera cafetería que encontraron. Cuando salieron, seguían tomados de la mano. Llovía a cántaros, pero no lo consideraron un problema. Ya no existía el miedo, las dudas o la preocupación. Solo estaban ellos dos. Eran almas gemelas.
Para siempre.

5 comentarios:

  1. Sin comentarios tia! Me encantan tus historias. Asique ya sabes, a escribir más!
    Te quiero Marta!
    Alicia:)

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  2. Jajajaja, Gracias mujé. x3 Os dije que los intentaba mejorar aquí, por eso es diferente al del cuaderno. :3
    Me too. ^^

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  3. Marta ya sabes que me encantan estas historia sigue asi que algún día llegaras lejos y los publicaras en un pequeño libro y yo te hare los dibujos
    DAVID

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  4. estos relatos no necesitan no necesitan dibujos escribes tan bien que te lo puedes imaginar todo solo leyendolos

    escribes genial

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    1. Gracias, gracias. x3 Pero los dibujos no es mala idea, créeme, a mí me cuesta mucho imaginarme un personaje. xD Vamos, me hago una idea, pero nunca me convence. ;_;
      ¡Gracias! :3

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