viernes, 28 de marzo de 2014

Aún dejo las luces encendidas.

Perdón por haceros daño. Me preguntasteis cómo llevaba la pérdida y os respondí que mejor -pero os he mentido-. A decir verdad, aún le escribo cartas cuando nadie me ve o busco su rostro entre la gente; a veces me siento solo en el sofá, albergando la vacía esperanza de oír el ruido de las llaves. Me sorprendo a mí mismo poniendo la mesa para dos o anhelando encontrar su calor en la cama. Supongo que la echo de menos; así que hoy, una vez y una noche más, os he mentido.

miércoles, 26 de marzo de 2014

En contra de las agujas del reloj.

Nevaba copiosamente. Llegaba tarde a nuestra cita, y me asustaba pensar que no estuvieses allí cuando llegara; sin embargo, allí estabas, tomando uno de los cafés que tanto te gustaban. Aún tenías el pelo húmedo a causa de la nieve, lo que te daba un divertido aspecto infantil. Llegué hasta la mesa donde te encontrabas y me sonreíste. Te cogí la mano, y por algún motivo recordé todos nuestros momentos juntos; y de este modo ignoré los gritos y los tiroteos. Me aferré más fuerte a tu mano y observé una última vez tu sonrisa. La vida huía de nuestros ojos, pero no íbamos a permitir ni que la muerte nos separase al uno del otro. Formulaste un te quiero con los labios y cerraste los ojos. Se oyeron unas campanadas haciéndose paso entre las sirenas de las ambulancias y de la policía.
Era Año Nuevo y nevaba copiosamente.

Lo siento.

Me rompí. Me mirabas con los ojos brillantes, en silencio; recuerdo verte sonreír a través de las lágrimas. Abriste la boca y susurraste algo, pero no conseguí distinguir las palabras. Te acercaste a mí, teniendo que agacharte, y me abrazaste con cuidado, como si mis grietas fuesen visibles y tú deseases arreglarme. Me negué a mirarte a los ojos, pero me obligaste a alzar la cara, reconociendo así las palabras que murmurabas. Me estabas perdonando.
Y me rompí en pedazos.

viernes, 7 de marzo de 2014

El arte es para gente triste.

He vuelto a salir de la consulta. Es mi monótona rutina, contar mis problemas y que me sonrían como a un niño pequeño. Me río por lo bajo y me voy; pese a que la gente me mira como a un lunático, me enciendo un cigarro y me acerco al puente. Hay ambulancia y policía, alguien se ha tirado al vacío. Reconozco su cara, es un famoso artista. No es el primero ni será el último. Yo soy un pintor triste, pero me gusta pintar. Creo que el arte es para gente triste.

jueves, 6 de marzo de 2014

sonrisas tontas,
suspiros en el aire
te quiero, amor

haiku nº4
"I will love you, I will love you, I will love you"

martes, 4 de marzo de 2014

un día triste
el miedo amenaza
con despedirse 

haiku nº3
"se fue sin decir adiós"

sábado, 1 de marzo de 2014