miércoles, 29 de enero de 2014

¿Conocen el miedo?

Me gustaría preguntarles algo, ¿alguna vez han sentido miedo? Seguramente sí, ¿verdad? Miedo a perder su trabajo, miedo a la enfermedad, a perder a su familia o a que se descubran sus más oscuros secretos; sus miedos son absurdos, si me permiten decirlo.
Pese a ello, me gusta que sientan miedo, me apasiona que convulsionen de puro terror. Disfruto observando sus pesadillas, como mueven frenéticamente los ojos mientras sus más temibles infiernos se vuelven realidad. Cuan morboso placer.
A veces evitar girarse y afrontar lo que hay detrás de ustedes, incluso estando en su propia casa, ¿a que le temen? Piensan en asesinos, ¡e incluso culpan a los inexistentes fantasmas! ¿Ustedes se consideran a si mismos seres racionales? Ridículo.
Me alimento de su miedo, crezco con su pavor, sobrevivo de sus pesadillas más oscuras. No desconocen mi identidad, por la simple razón de que emplean gran parte de su vida en asesinarme. La pena les embarga, es triste saber que soy el lado más oscuro de vuestra existencia, esa personalidad que tratan de ocultar. Soy la locura palpitando dentro de ustedes, esa sombra que notan detrás suyo, los ruidos inexplicables, complemento de los peores asesinos. Soy ustedes.
Pero recuerden; los monstruos están en su cabeza, no debajo de la cama.

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