domingo, 13 de abril de 2014

Las fotografías no cambian.

XX/XX/XX

Sé que voy a morir hoy, que mi corazón no es capaz de sobrevivir un solo día más; y creo que hasta lo estoy esperando con los brazos abiertos. Es triste estar preparado para morir, pero me siento tan feliz... 
No quiero dedicaros mis últimos pensamientos, pero creo que sois los únicos merecedores de ellos. Me pregunto si recordáis la foto de la playa, sí, aquella tan vieja. Fue la primera vez que vi, no, que vimos el mar, que sentimos aquel enorme charco de agua salada saboreando nuestros cuerpos, que bebía de nuestra emoción. Cariño, tú llevabas aquel bañador que tanto te gustaba, uno negro con reflejos dorados; recuerdo que te gustaba porque ahorraste mucho para poder comprarlo y, cuando te lo pusiste por primera vez y te miraste, te brillaban tanto los ojos que se podrían confundir con estrellas. Eras tan bonita, mi amor... Nuestros hijos salieron a ti, portando toda la belleza que poseías. Ellos llevaban unos bañadores que compramos en la propia ciudad, porque habías olvidado meterlos en la maleta. Me reía mientras ellos lloraban, y creo que se enfadaron conmigo; pero espero que me comprendas, la situación resultaba cómica ante mis ojos.
O aquella foto que nos tomamos el día de nuestra boda. Sonreías tímidamente y yo no era capaz de despegar los ojos de tus ojos, de tu vestido, de tu cuerpo, de ti. Tenía miedo de que, en el momento en el que me despistase, desaparecieses como un ángel divino; y si te soy sincero, aún conservo ese miedo, pese a que te perdí hace tanto. El vestido blanco se ajustaba a cada curva de tu cuerpo, invitando a mi mente a elaborar cualquier tipo de fantasía donde te arrancaba cada trozo de tela que te cubriese y te hacía el amor salvajemente; y el velo te ocultaba la cara de porcelana con la que Dios te había dotado, alimentando así tu delicadeza. Volvería a casarme contigo cada día del año a lo largo de toda mi vida, lo juro.
¿Has olvidado la foto del primer cumpleaños de Nathaniel? Apenas era un bebé, pero cocinaste una tarta de chocolate enorme, con una sola velita en medio del pastel que tuviste que soplar tú ante la indiferencia de él. Te pasaste la tarde entera haciendo fotos aquí y allá, especialmente cuando le dimos el único regalo que pudimos comprar, un peluche tradicional de un osito marrón; sin embargo, Nath lo disfrutó desde el primer momento, delatándose así como un niño realmente modesto. Pese a todo, siempre hiciste todo lo posible para que fuésemos felices los cuatro. Muchas gracias.
Me pregunto que habrá sido de la foto de la graduación de Benjamin, aquella que tenías colocada en el salón. Benjamin aparecía sonriente con su merecido diploma, y tú apenas podías contener las lágrimas, mientras que yo le miraba con la palabra orgullo escrita en los ojos. 
La foto que con más cariño guardo es aquella que tomamos cuando nos conocimos cuando eramos unos críos, esa donde llevabas un vestido con lazos y

[...]

La enfermera que portaba las pastillas gritó, alertando a los médicos de aquella planta hospitalaria. Cuando entraron en la habitación, vieron como la enfermera se había puesto manos a la obra, intentando salvar la vida de aquel anciano, cuyos latidos eran cada vez menos perceptibles. Hicieron todo cuanto conocían por salvar su vida, fracasando en su misión. La enfermera se acercó por última vez al cadáver del anciano y encontró sus manos ocupadas, sujetando un diario realmente antiguo y una pluma estilográfica. Cogió el diario, dejando caer varias fotos; y cuando se dispuso a recogerlas, vio una que le llamó la atención notablemente. Era una foto en blanco y negro donde aparecían un niño y una niña de unos siete años, que miraban con curiosidad a la cámara y sonreían ampliamente, dejando a la vista varios huecos. La mujer sonrió, guardó las fotos de nuevo en el diario y se lo devolvió a su legítimo dueño.

Hora oficial de la muerte: 09:27 AM.
no quiero ser un
alma rota sin nada
que decir 


haiku nº6
"vacío"

jueves, 3 de abril de 2014

Recordatorio amistoso c:

Bueno chicos, si me leéis por twitter sabréis que tengo un tumblr donde escribo poesía (o, al menos, lo intento); y me gustaría que lo leyerais también. ¡Gracias! (Si pincháis os abre una ventana nueva)

lo siento por
hacerte llorar siempre
aún te quiero

haiku nº5
"... te quiero"